La transformación digital ha dejado de ser una opción para convertirse en una iniciativa imprescindible para adaptarse a las nuevas exigencias de nuestro entorno.
Y la transformación digital requiere datos. Y no de cualquier forma. Datos que reflejen con fidelidad la realidad de nuestras organizaciones. Datos correctos, fiables, comparables, integrados, coherentes, gobernados y precisos, entre otras muchas características.